Este mágico superalimento tiene la cualidad de elevar tu vibración y expandir tu conciencia. Estimula la segregación de serotonina, dopamina y oxitocina y estimula tu sistema cardiovascular. El fruto y el mucílago contienen Teobromina, que provoca una sensación de expansión, conexión, asertividad, clarividencia y inspiración, elevando tu vibración energética y activando los centros de energía del cuerpo.
No es un alucinógeno, sino un estimulante de los mecanismos que ya posees de forma natural.
Los dioses encarnados en humanos en la cultura Maya, mandaban cultivar cacao para su consumo y ceremonia, sabedores de que les daba una clarividencia amplificada para gobernar a su pueblo. Por eso enseguida fue llamado “el alimento de los Dioses”.
El mucílago es una sustancia viscosa que rodea a las semillas de cacao dentro de la vaya, y posee una propiedades amplificadas, aunque su consumo era propicio para actividades de alto rendimiento en un período corto de tiempo, como realizar trabajos pesados, ir a cazar o a la guerra.
Este superalimento no se considera apropiado para personas hipertensas o con afecciones de corazón. Tampoco para personas que estén tomando antidepresivos o mujeres embarazadas.
El cacao se prepara disuelto en bebida para consumo regular personal o para compartir en círculo o ceremonia, para obtener un estado de bienestar, conexión, conciencia expandida y serenidad.
Es muy apropiado para conectar con el Ser interior, con el Alma, y con el Corazón. El cacao te ayuda a crear un espacio, un vínculo, de conexión y comunicación con tu corazón para que aquello que necesita ser visto, se muestre.